Acabo de colgar el teléfono, aún estoy en vacaciones y he recibido una llamada telefónica referente a un tema que me había dado vueltas hace unos meses, pero que en el afán diario había olvidado: A los pocos meses de saber que seriamos papás, “gomosos” mi July y yo decidimos tomar la suscripción de varias revistas de bebés, por internet y físicas. Somos de la generación de papás que compra un motón de libros y que busca información por internet, para no improvisar en esto de ser papás. Obviamente en todas estas revistas hemos visto cantidad de contenidos y sin darnos cuenta empezamos a improvisar un juego en el que terminamos analizando los tratamientos y las imágenes.
La llamada que recibí, era para informarme que mi suscripción a una de estas revistas había caducado y me preguntaban si deseaba extenderla, además, querían conocer si me sentía a gusto con el producto o si tenía alguna objeción. Mi respuesta, positiva, en realidad estas revistas me gustan mucho, las leo juiciosamente y hasta las guardo para cuando mis hermanas tengan sus hijos. Las considero un tesoro lleno de información valiosa. Sin embargo, mientras conversaba con la chica del teléfono, recordé el jueguito que mantuve con July y bueno aunque lo admito, no suelo atender a este tipo de encuestadores, me porté bien y aproveché para nombrar algunas de las peculiaridades que descubrimos con nuestro juego y que no me gustaría ver más en una revista sobre bebés.
1. La Momma Solitaria: En estos contenidos, la mayoría de las veces los bebés vienen acompañados sólo por mamá, aunque somos Wonder Mommas, también somos defensoras del importante papel que hoy cumplen los papás. Mi esposo pasa casi la misma cantidad de tiempo con mi hijo que yo. Se esfuerza por no perderse nada, se ha involucrado en todo y creo que merece verse representado en los contenidos de las cosas que compra y lee sobre su hijo. Creo que ya ha pasado mucha agua debajo del puente y el mundo ha cambiado mucho, las mamis no estamos solas y los hombres no son unos flojos en el tema de la paternidad.
2. La Momma Entaconada: Lo admito, conozco muchas mamis que lo logran, pero seamos sinceras, la mayoría de nosotras hemos cambiado los altos por flats, salir corriendo detrás de un peque no es lo mismo con unos centímetros menos, ni pensar en hacer la fila con el bultico encima o sentarte en el piso a jugar al carrito o a recoger matitas. Los tacones tienen su momento, pero verlo en una publicidad que muestra el coche en el parque
es un poco irreal.
3. Los Querubines: Creo que esta fue la objeción que más incomodó a la niña que me llamó, pero tenía que decirlo, porque a veces parece que todos los niños del mundo tuvieran ojos azules y cabello rubio. Le comenté que por esto, habíamos escrito a la editora de la revista, pues calculamos que en un año, todas los niños de la portada fueron rubios y de ojos azules. Ciao racismo! Sobre todo en un país con tanta diversidad como Colombia. Y aclaro, soy mamá de una "tacita de leche" con cabello claro!
Obvio que muchas marcas o editoriales han entendido que los tiempos han cambiado, pero creo que todavía falta mucho camino por recorrer en esto de que todos nos sintamos representados por este tipo de contenidos. En fin, la niña tomó atenta nota de mis comentarios y me aseguró se tendrían en cuenta. Ahí la dejo por ahora, pá la próxima, un resumen de mi aventura junto a July y Salvador por tierras que huelen a café.
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